De camino pienso en qué bien le sientan a mi padre las flores amarillas sobre el cesped verde en la cabeza. Quizá sea sólo un truco de luz sobre el espejo retrovisor, pero hoy le encuentro más radiante que nunca. Es tonto pensar en las cosas tontas que le hacen a uno felizmente tonto. Pero siempre me gustó sentarme en el cole al lado del «niño tonto», generalmente era callado y de ojos grandes. A veces llevaba unas gafas de esas tan gordas, que le hacían los ojos como botones. Si pisaba una flor sin querer, luego la olía y a veces me la regalaba. Se llamaba Edu, era genial y tenía una piel preciosa. La piel, es lo primero y lo último, y quedan pocos a los que les brille de manera natural. Como quedan pocos pecosos y pocas tripas naturalmente sexys con lunares.
Volviendo al principio, y de camino por él, es curioso que siga dando rabia que no dejen a una meter el sobrecito en la urna. Siempre hace ilusión sentirse importante, como cuando es tu cumpleaños. Es curioso también que siga dando tanta verguenza que te miren siete caras a la vez mientras pronuncian tu nombre en alto. Como cuando es tu cumpleaños. No sabes qué hacer y acabas mirando los zapatos del señor de al lado mientras te preguntas cómo a tu madre le huele siempre bien el pelo. Cosas de madres. Como cuando sabe que has llorado y hace años que no te ve llorar. O como cuando te dice que te quedes al lado de quién te quiere y un día descubres que es el mejor consejo del mundo.
Me gusta saber que tengo una mejor amiga que siempre ha estado ahí, hasta para llamarme irresponsable y, como en mi cumpleaños, tirarme de la oreja hasta hacerme llorar. Y que puedo dedicar un sábado entero a estar con ella a pesar de verla todos los días. Ver Juno y pensar en cuánto se parece tu hermana a esa niña tan diminuta con una boca poderosa. Tan terriblemente bonita que asusta. A veces pienso en cuando yo era el Planeta color verde que se movía por sus ojos azules todo el día. Pienso en cuando me salvaba de puertas asesinas durante sus pesadillas. Pienso en cuando me cogía de la mano y yo aún le sacaba un par de cabezas. Pienso en cuando me preguntaba qué me parecía algo. Y me pongo triste aunque no debería. Me pongo triste de egoísmo. Y recuerdo que dije que aquello del espacio y el tiempo a veces me parece una puta mierda. Como cuando plantas tu primera lenteja y te pasas horas mirando a ver si crece. Cuando ya te olvidas, un día miras por el rabillo del ojo y ya es una planta verde, grande. Increíblemente bonita. Y te da rabia. Rabia porque sólo puedes contemplar cómo han sido los rayos del sol y las gotas de agua las únicas capaces de formar y transformar todo aquel milagro. Rabia porque eres mera espectadora de toda aquella explosión de hermosura.
Pero al final del camino, es decir, cuando regresas, la ves ahí. La lenteja más bonita del mundo tirada en el sofá, en pijama, mientras come un trozo de chocolate y te sonríe. Y recuerdo lo agusto que me siento en casa. Y es que el tiempo y el espacio, en todas sus vertientes, no son ninguna puta mierda.
Comentarios
8 respuestas a «Domingo»
de juno, mi amiga eli escribió: «(…) pero a junito no te la crees ni de lejos, y de tan poco que te la crees, casi te da rabia, pero tampoco, hay que tomársela como una heroína de cómic (…)» …aunque yo lloré un poquito en la escena del parto, cosa que no hacía en un cine hace mucho
…y para las jornadas electorales, nada como presentarse entre 14.00 y 13.30, que está todo el mundo comiendo, tardas dos minutillos de nada, solo hay dos personas en la mesa controlando las lista y, si se lo pides, te dejan meter el sobre en la urna a tí (al menos a mí me dejan, siempre :P)
8 respuestas a «Domingo»
Ay…lo que daría yo por que alguien me escribiera algo así…
Felicidades!! Llego tarde, verdad? Espero que me perdones 🙂
Besos
8 respuestas a «Domingo»
¡¡Felicidades Mala!!
Volver a casa siempre descoloca un poco; regresan los olores y recuerdos que sólo en casa pueden transportarte con tanta claridad al pasado. Lo hermoso de todo ello es que podemos hacer el balance y como bien dices ver que el tiempo y el espacio traen cambios positivos y necesarios. Enhorabuena
8 respuestas a «Domingo»
Decía Dorothy en El Mago de Oz «Se está en casa como en nungún sitio». Desafortunadamente no en todas las familias pueden realizar esa afirmación, pero afortunadamente para nosotras, sí que podemos decir eso. Como tú, muy a menudo, recuerdo lo agusto que me siento en casa.
Me ha hecho gracia lo de Juno, la estuve viendo el viernes. Gran personaje y gran película.
Besos primi!!
PD: te llegó mi sms el día después de tu cumple?
8 respuestas a «Domingo»
qué bonito mala…
de verdad que es completamente precioso
y me ha parecido muy graciosa la coincidencia de la urna, a mi tambien me ocurre…
de verdad que a veces necesitamos sentirnos alguien fuera de lo normal
y solo tenemos un cumpleaños cada 365 dias, pero es nuestro, es como si nadie mas cumpliera años ese dia…verdad?
en fin, un besito y felicidades por este post!
muaaa
8 respuestas a «Domingo»
En según que ocasiones es extraño volver atrás…
En cambio en otras no resulta nada extraño, revives momentos inolvidables…
desde lo guapa que estabas con ese vestido verde de 21 botones, a los veranos en la playa, a tu 1er castigo, las charlas con las amigas…la 1ª vez que te rompieron el corazón…
uff!, no sñe hay tantos momentos…
un beso grande
8 respuestas a «Domingo»
¿ tu cumpleaños fue el domingo ? felicidades. Si es así doblemente feliz para mi, es tambien el cumple de alguien especial
A veces volver a casa resulta duro, depende de la historia de cada uno, que, aunque nada cambie, quieres que lo hagan.
Por cierto, a mi tambien me da vergüencilla que digan mi nombre en alto!y tengo ya algunos años…felicidades
8 respuestas a «Domingo»
Para nada, cuando vuelves por alguna razón a tus raíces es tan maravilloso el ver que no ha cambiado nada… al menos vuelves a reencontrarte 🙂
Besicos