Tus besos sabían a despedida incluso antes de conocerte (Alex dixit). Ni tú tienes manos, ni yo tengo pies. Era difícil enroscarse.
No pude con el equilibrio que me proporcionaba aquella vara del tiempo. Mientras me suspendía en el aire, esperando a que mirases, no me importaba caer. Y te ví, pero no estabas. Y llegaron las ganas de ahogarte. Te juro, que te hubiera comido el cuello hasta devorar la garganta de aquella voz. Puñetera voz… Pero no pudo ser, y tú seguías mirando y no viendo nada. Llegó el odio, tu a apatía me revolvió el estómago, me repugnó hasta expulsar aquella bilis negra redondeada. Un punto y aparte. Y se acabó.
Te juro, que si me llegas a mirar acabo contigo. Te arranco la piel a tiras con los dedos, que tiemblan de deseo sólo con olerte. Me sangró la boca al hablar de dos. Los dientes, aplastaron sin piedad mi sinhueso hasta partirla en tí y en mí. Se jodió el remiendo. Nunca tuve un deseo tan claro de matar a alguien. De momento, he acabado con tu parte más chunga. Espera, porque aún quedan días en el calendario para tachar los buenos recuerdos.
El miedo estimula, pero no da felicidad. Creo que ya he vaciado la carne de todas las palabras huesudas que quedaban.
No hay beso. Ni salvaje ni tierno. A ver si se te cae un huevo.
Comentarios
6 respuestas a «Ea»
«El miedo estimula, pero no da felicidad.»
El miedo es terriblemente similar y cercano al odio. En mi vida, tu afirmación se cumple; pero tanto o mas lo hace si la aplicamos al Odio.
No crees?
6 respuestas a «Ea»
ya se m’ha pasao el cabreo. Lo de el huevecillo era mentira…
jeje
6 respuestas a «Ea»
jodofloro…
pondremos los cojoncillos a remojo, por si salpica…
6 respuestas a «Ea»
Los besos que más duelen son los que no se dan, los que se quedan en el aire, en las miradas, en simples intenciones.
6 respuestas a «Ea»
que mala ostia, jodia;)
6 respuestas a «Ea»
Joder, qué duro. Lo malo de que se le caiga un huevo es que aún le queda el otro. Que se le caigan los dos y nos quitamos de complicaciones.
Pero como diría un grande de España, si el no te hubiera tirado la nevera, tú jamás le hubieras tirado el molinillo del café.
Pd.Que no se le levante en dos años.