la lengua arde retorcida dentro de una boca muerta de frío, de tanto silencio. buscando la manera de salir de entre los dientes y atraparse en algún verbo que ande suelto. el silencio siempre parece digno. casi nunca lo es. aún recuerdo el día en que me di cuenta de que siempre quise volar y nunca había separado mis pies del suelo. me entró la risa y me noté la piel de los labios caliente, melancólica, poco gruesa. Anhelaba cosas, situaciones y personas. Y sí, tengo la costumbre de acordarme de ti cada vez que sonrío. Aunque eso me ponga triste.
las hojas secas que pululan por el suelo parecen no saber muy bien qué hacer bajo un sol que aún acompaña mi tristeza y la arropa bajo su brazo. su ligero y dulce sonido aprovechando cualquier brisa en movimiento, no consigue despertarme de este otoño que es ya demasiado cálido para mis huesos. quemados, pesados, y la verdad, un poco dolidos. Necesito una lluvia que me riegue, que me llegue, que me limpie, que deje colgados los paisajes y las piezas del puzzle que me hicieron mantenerme en pie.
Hace algún tiempo que quiero salir corriendo. ¿de aquí? ¿hacia dónde? mientras te escribo recuerdo, que siempre te he escrito a ti. te recuerdo a mi lado sentado mirándome. sonriéndome. parece que te esté viendo. la muerte de las hojas esta llena de una tristeza imprecisa. un plantar la semilla del dolor para que después germine algo que poco importa ahora.
El silencio es un espacio cruel al que nunca queremos volver, pero siempre regresamos. Donde nos refugiamos, pero nunca nos encontramos a salvo. Huir de él, no se logra sin aprenderte el mapa de tus propias manos. te indica de dónde vienes, algo que nunca debes olvidar para lograr salir volando. la tristeza es mejor que el olvido: la memoria es un lugar lleno de imaginación.
Comentarios
11 respuestas a «el fracaso de los árboles»
He llegado a tu página a partir de ver un video tuyo en youtube. Me gusta tu estilo, los sentimientos que transmites y cómo los transmites. Aunque tengo una crítica. Puedo entender el comienzo de párrafo en minúsculas como un modo de dar a entender que el texto está incompleto, escindido, fragmentado (mejor sería comenzarlo con […]). Pero no comprendo el porqué comienzas en minúsculas luego de un punto y seguido. Creo que un nuevo estilo literario como el de «la literatura digital» no tiene por qué prescindir del uso correcto de las reglas gramaticales. Saludos cordiales. Rhasek.
11 respuestas a «el fracaso de los árboles»
Me ha gustado mucho, pero no hay opción para suscribirse?
enhorabuena!
11 respuestas a «el fracaso de los árboles»
Me ha encatado el texto. Cuanta sensibilidad, como saltas de un lado a otro, conforme te guian las palabras y terminas con una buena reflexion.
Creo que voy a seguir leyendote un ratito mas.
Saludos
11 respuestas a «el fracaso de los árboles»
Tu web está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs. Por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiar ambos con mas visitas.
Espero tu respuesta a [email protected]
saludos
Catherine
11 respuestas a «el fracaso de los árboles»
El olvido es mejor que la tristeza: la alegría (la ausencia de tristeza, al menos) es un lugar lleno de vida.
11 respuestas a «el fracaso de los árboles»
Me encanta el título!!! Y el texto también, claro.
Sólo reprocho la falta de frencuencia 😉
11 respuestas a «el fracaso de los árboles»
Que ganas tenía de que volvieras a escribir, entraba por aquí todas las semanas, que bonica eres.
11 respuestas a «el fracaso de los árboles»
El silencio es un espacio cruel al que nunca queremos volver, pero siempre regresamos. Donde nos refugiamos, pero nunca nos encontramos a salvo.
11 respuestas a «el fracaso de los árboles»
Estaba esperando sabia que tenias algo hermoso que contar… un saludo
11 respuestas a «el fracaso de los árboles»
joder, es precioso !!
11 respuestas a «el fracaso de los árboles»
Y a mí que ha sido el silencio el que me ha sacado de tanto ruido… dale una oportunidad 😉