no soy mala, es que me dibujaron así

el invierno esconde una primavera roja

Este invierno está enjaulando ya mucho tiempo una primavera. Es una jaula de costillas tiritonas, de huesos mojados, empapados, pesados. De piel seca y tirante. Y por dentro de ti, estás explotando tú. Esperando tú. En caliente. En silencio. Sintiendo en el cuerpo propio cómo es tu propio cuerpo. Y es extraño. Porque no es la primavera, eres tú.

Eres tú lleno de miedos. Como cuando da miedo que la cabeza me explote ante ti. Dejando una perfecta onda expansiva de acordes menores y disonancias escabrosas. Y te asustes. Y te vayas, otra vez, corriendo. Aunque la parte de ti que me pierde, sea la que siempre me encuentre.

Eres tú echando de menos cuando escribías más de lo bello. Cuando aún estaba entera. Y mi manera de estar en el mundo era sentir que el mundo estaba conmigo. No sobre mí. Conmigo. Me pregunto ahora dónde está la cara y dónde la espalda del Mundo.

La tranquilidad de la jaula está llena de temblores. De aullidos. De espantos. Y desde el suelo, los gestos del pasado se difuminan en un horizonte incierto. Un dolor íntimo y fiero que ataca. Sobrevuela tu cabeza como el buitre que aplasta al moribundo. Y sobre todo me pregunto amor, de dónde vienen las ganas de llegar a no sé a qué parte de no sé qué lado. Salir de aquí en busca de alguna explosión de calor, algo que de una vez lo vuelva todo rojo.

Comentarios

  1. 3 respuestas a «el invierno esconde una primavera roja»

    Esta primavera acallara los aullidos y se llevará lejos los espantos….

  2. 3 respuestas a «el invierno esconde una primavera roja»

    Eres genial, no dejes de escribir nunca, por favor. Te sigo siempre.

  3. 3 respuestas a «el invierno esconde una primavera roja»

    Creo que estoy completamente enamorado de ti. Por ti hasta dejaba de fumar. Un día voy y me atrevo contigo…