Me gusta dormir con mi cabeza encima de su hombro, sólo porque así huelo como le bombea el pecho. Me parece tan sexy que sea de movimiento tan lento. Pasa las páginas siempre despacio, hasta las de su propia vida. Siempre parece un corazón tranquilo, y eso me encanta.
Anoche le cayó encima al mundo la noche más bonita. Es de esas cosas de las que sólo te das cuenta cuando te pilla caminando y sola. Bajo la lluvia, el calor y el manto más negro de tu cabeza, es inevitable ir muy despacio, a pesar de que aquel niño corra muchísimo. Corre porque él no tiene nada de que curarse. A mí, me entra lento, por dentro. Piel, huesos y entrañas se limpian, por un rato, de casi todo. Quedo así, como el hueco de una escalera. Toco, curiosa todos los recovecos que hay en mi cuerpo, tan lisos, tan húmedos esperan, que parecen el pétalo de cualquier flor. Aunque sea mentira.
Adoro este momento en el que sólo me espera recordar. Qué decían mis ojos, qué musitaban mis dedos, qué deseaban apretar con fuerza mis dientes. Olfatear cómo fuiste en otro tiempo, entre noches de tormenta, olor a tierra mojada y libros viejos que hablan de todo aquello que fue por ti, y también fue perdido.
Comentarios
21 respuestas a «El resto»
Envidio tu capacidad para rerear cosas vividas, momentos íntimos y placenteros, o todo lo contrario… todavía no sé si me gusta recrear estos momentos contigo puesto que cada vez que leo cosas como esta es como si abriera la caja de pandora y cientos de remolinos me revolvieran la cabeza haciéndome recordar lo que ya casi había olvidado.
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Solo paso para dejarte un saludo, y expresarte el gran alivio que es encontrar este agradable silencio entre tanto bullicio, muy abarcativo y que al mismo tiempo trashuma una gran intimidad,
gracias y segui escribiendo.
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ayy justo…
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Tu texto me desconcierta.
Él me dijo que nunca había dormido abrazado a alguien, y lo consiguió, lo conseguimos.
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El olor a tierra mojada… es el olor que hace algunos días envuelve estos parajes…
El olor a tierra mojada.. no apaga el olor de su piel.. ese legado que quedo para siempre tatuado en mi pecho…
Un abrazo repleto de aromas de bosque humedecido por la lluvia…
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Da gusto leer cosas así entre tanto hoygan… de verdad. Visita obligada!
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A mí me gustaba dormirme con la mano sobre su pecho.Es curioso, ahora me pregunto si eso le molestaba…
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Percibes el mundo de una forma tan «viva»…estoy con Spender… Es un don el que tienes, disfrútalo. Mejor que recordarlo.
Un abrazo.
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Me gustas mucho cuando puedo oler, tocar y saborear tus posts. Éste es uno de ellos.
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Cocción lenta… mejor sabor… profundo sentir… Estoy apuntado a ello.
saludos chopiteros!
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No sé si está, o lo has tenido, pero si lo recuerdas con esa armónica secuencia, está claro que aún no se ha ido. Un saludo
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te ha quedado como una bossa, niña mala; de ritmo desacelerado y naturalizado, carnal y sensual hasta el tuétano. lo he encontrado precioso. como los besos que me gustan más…
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Siempre me gusta tu última línea suele ser magnífica, fuera de toda retórica.» que fue por ti, también fue perdido.
besos perdidos.
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Flotan tus pensamientos en agua de lluvia. Muy bonito.
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Tu post de hoy es dulce como un caramelo de fresa… cálido como una taza de chocolate en invierno… tierno como el pan recién horneado… sensible como las hojas de una amapola… amoroso como la caricia de un mantón de lana…
bicos,
Aldabra
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Buf, guapa! que maravilla cuando pasan recuerdos así eh?
Un besico
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El realismo y el subrealismo se quedan cortos leyendoos.
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Mucho tiempo, Mala. Me alegro de que sigas escribiendo así, aunque sea, o parezca, tan personal que tenga poco o nada que decir. Pues eso, que submito el comentario y hasta más ver.
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«Adoro este momento en el que sólo me espera recordar»
Y recordando recordando me olvido de que te espero.
Muy buena, como siempre.
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Por cierto, tu fuerza siempre es bienvenida…
otro beso
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Me encanta el olor a tierra mojada…
Muchas gracias por tus besos malos y tus sonrisas…
Te mando un beso grande