Siempre fui mejor que tú sujetándome a mi cuerpo. Ante el huracán y ante la huida. Pero esta vez se me fue. Se perdió para vigilar la noche y las estrellas. Voló en el pico de algún pájaro hasta ahí arriba. Y ahora, ¿cómo hablarle al cielo? Gritando, invocando, rezando… Nunca me acostumbraré a eso. Él está a tu lado, a mi lado sólo queda aquella mosca.
Voy a arquear mi vista como una enredadera que crece y se reproduce en tu carne, y envilecer así, como sólo tú envileces los árboles cada mañana. Ablandando el horizonte con pensamientos largos, con caminos de arena y caminantes que huelen a piel, y a boca sedienta de más saliva, y del azul del tejado. Posando todas las flores de colores bajo mis diminutos pies. Rompiendo las vestiduras con el zarandeo de mi pecho, durmiendo la mente con bostezos, haciendo caer todas las hojas de los árboles. Desnudando cada parque, cada noche, hasta verle el esqueleto a al ciudad. Los relojes sin minutero, los muros sin ladrillo, las películas sin final.
Al final, entre letras, suspiros y canciones ando morada. Y esa mosca tan molesta, siempre arrimándose al foco que más ilumina, al más cercano a tu cara. Y así cuando solo quedaban la noche, los cuentos, el tacto, las miradas… Noté que yo aún sangraba y que una vez más no pude, tu brillo me impidió hablarle allí en el cielo.
Mientras caía, me conformaba con el espejo del asfalto, en el que ella, como cada noche, se reflejaba. Ya desde el suelo, la mosca revoloteaba… Parecía una vez más, que se arrimó a mí por ser tú el foco que más iluminaba. Pero esta vez quizá gané, creo que pudo mi olor a podrido en el alma.
Desde el suelo, ahora te veo. Mis ojos siguen siendo tu mirada. Y mi voz, resquicio de tu vida. Tu cuerpo, mi cuerpo…Te quise a morir, a morir…Je ne t’aime plus.
Comentarios
8 respuestas a «En tu selene»
Creo que ya te lo puse en otro lau, pero…
Buenísimo. Y olé, Esa malamalísima, poniendo el listón alto, si señó. 🙂
8 respuestas a «En tu selene»
Gracias a todos. Hacéis que tiemble esto de dentro, buf!
Gracias de verdad!
8 respuestas a «En tu selene»
Revisar el lector de feeds y encontrarte con algo así es un placer.
Gracias 🙂
Mugidos!
8 respuestas a «En tu selene»
sinceramente sublime, te leo hace mucho, aunque no comento nunca, leyendo este ultimo relato me he decidido a comentar. Escribes realmente bien, haces sentir cosas que otros no saben hacer sentir.gracias
8 respuestas a «En tu selene»
dichosa mosca me acompaño en la cama esta noche, se parece demasiado a la tuya.
PD por arquear , arquear…mejor aún otras cosas que la espalda
8 respuestas a «En tu selene»
Gracias por los horizontes que sabes abrir con tu talento convertido en letras.
La paradoja final del ‘je ne t’aime plus’ me ha traído a la boca el tarareo de la maravillosa paradoja del «je t’aime, moi non plus» del maestro Gainsbourg. Doblemente gracias.
8 respuestas a «En tu selene»
No quiero llorar, mala.
Sabes llegar donde poc@s.
8 respuestas a «En tu selene»
es mucho mas recomendable arquear la espalda que la mirada, señorita.