Me agota que lo trascendental me convierta en lo más pobre. Nací con unos bolsillos deshilados que, ya transparentes, han vertido gota a gota lo importante. Me agoto de levantarme a recoger lo que ya está caído, y me agota que se vuelva a caer y vaya perdiendo, cada vez más, su forma auténtica. Lo genuino… Ya ni si quiera puedo recordarlo. Sólo me acuerdo de que cuando tenía seis años con una bolsa de Sugus todo era distinto. Ya no encuentro esas bolsas por ningún lado.
Me entristece que las palabras pierdan su significado. Que se escapen de cada boca amada, de cada mano tocada y yo lleve años preparándome para entenderlas, para descifrar sus pasiones, sus virtudes y defectos… Para que cuando por fin lleguen a mí, entren por mis venas siendo ya vacías. Palabras pobres de sentimientos, flotantes, que me hacen más pobre por no valer nada.
Cada pequeño pedazo de tierra que puebla los pies de nuestras calles está pervertido del calor, de la pasión dulce y olorosa… De los rayos de luz que atraviesan y penetran cada pétalo de cada flor, en un único orgasmo que permanecerá toda la primavera en ellas. Rojos, morados, amarillos y verdes, sobre todo verdes. Como las aceitunas, o como el sabor de una piel tostada y suave que aún no termino de sentir demasiado cerca como para entender.
Hemos caminado juntos más de un kilómetro de línea escrita, y sin embargo sigo caminando sin mérito alguno, a trompicones. Sin el valor necesario como para saltar encima de él y de una vez por todas ver si es quien parece. Es increíble que podamos llevar a cabo pasos dirigidos por un sentimiento que nos viene de fuera y que, seguramente, sea irreal.
La vida es un hermoso derroche constante. Un grifo de líquido denso y maleable que de vez en cuando, y a elección del consumidor, se recoge en vasos. Éstos se convierten de forma inmediata en pequeños mundos llenos de ajetreo. Medio vacío, medio lleno. Son creados y recreados por ti. No es que vengan de la nada, es que se reproducen desde nuestro interior, absorbidos por nuestros deseos, combinados por nuestros restos, y convertidos al fin en alguien nuevo infundido de nuestro entusiasmo y espíritu. Transformado en alguien a quien ya sólo puedes amar.
El placer de pensar que se podrá conseguir realmente aquello que se desea, se convierte en sombras de sonrisa enferma esta noche. Una noche que es como cualquier otra, pero que ha llenado mi cama de ansiedad y agua turbia. De tristeza, mi tristeza que es de baja calidad. Monotemática y simple. Si él llega (y me llega), ella se va. Mi tristeza es absurda, es caprichosa, es banal, pero es triste.
Comentarios
15 respuestas a «La noche colgada»
no jodas, esta rompe madres tu blog, escribes muy chido, espero algun dia pases por el mio y dejes algun comentario, mis respetos
Salud y rock
atte. sanshiro
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Hola, pasaba a saludar y dejar un cariño desde Buenos Aires.
MentesSueltas
Pictoricas Internas
ArguMentes
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yo es que lo flipo tia… acojonante cada vez k dejas algo aki… y eso que la mitad de cosas ni las entiedo de lo enrebesadas que son, jejeje.
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Como dice Alex… escribe cuando quieras… mucho mejor cuando se hacen esperar.
Lo mejor de este, el último párrafo.
dum dum dum…
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Realista y encantador, en tu línea . Gracias por llamar por su nombre a mis recuerdos, en
ocasiones ellos me resultarían difícil de definir mejor.
Bravo…
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No estés triste porque las cosas se hayan terminado… se feliz porque han existido…
(Boudakian..)
Hay un rincón en los bosques y montañas al lado de mi casa… desde el cuál te aseguro que las palabras cobran su significado de nuevo… desde el que … en un segundo.. lo dice todo una mirada… desde el que si miras bien… podrás hallar esas pequeñas bolsas de Sugus … en forma de caricias suaves de las hojas de los árboles… un sitio en donde cobró vida…»La educación de las hadas…»
Ese sitio te está esperando… te he dejado la puerta abierta… cuándo tú quieras…
PD. Muchas gracias por linkarme… haces qué me ruborize… :-((
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Poquito a poco..dejarse llevar.
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es mucho pedir si te digo que me gustaría que escribieses cosas como ésta cada día??
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a riesgo de ser un paria te diré, al contrario que los demás, que escribas cuando te venga en gana, que cada espacio entre post y post se torna delicioso, permite apreciar mejor la densidad de tus textos, de lo que callas y otorgas a quien lee cada frase, de lo que las normas de sintaxi y gramática aun no saben (y jamás deberían) explicar. ese tiempo de silencio enriquece tu(s) vuelta(s).
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Gracias por el comentario. Eataré leyendo tu blog asiduamente. Saludos!
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Es tu deber hacia el resto de los terrenales mortales realizar el ejercicio diario de escribir: no puedes, no debes, nadie te ha dado el privilegio de sustraer a los demás tus palabras, tus sentimientos.
Esa magia que posees solamente está al alcance de poquísimos privilegiados y tienes la obligación de compartirla con los que te leemos. Ni exámenes ni novios: no tienes excusa que te libre.
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Me gusta mucho tu escritura. Felicidades!
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No vuelvas!!
Quédate!!!
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Me encantan tus textos…tus escritos, son preciosos…y hasta las palabras que hablan de la tristeza se tornan bonitas…¿por qué será?
sólo sé que con una palabra se puede conmover el mundo,…
en fin, espero que dejes algun comentario en mi bog que comencé hace poco!
un besito!!! (mala):P:P
15 respuestas a «La noche colgada»
Se te echaba de menos…. pero cada vez que vuelves lo haces a lo grande.
Saludos