No hay cosa más fea y estúpida que el ocio indeseado. El vicio es irresistible y único. Como el amor, como el mal. El vicio es completamente seductor y es así como debería ser imitado. El amor, el deseo, tienen formas angulosas por arriba. Redondeadas y suaves por debajo. Duras, eso siempre. Estar con él frente a frente, es practicar el arte de convertir mis virtudes en vicios y mis vicios en virtudes. Las pasiones hacen a los seres humanos felices y rebeldes. El erotismo no es una conciliación contigo mismo, o con el otro, es una elevación del disfrute y la libertad. Exige creatividad y amor por la vida. Claro.
El vicio es la recuperación de la inocencia más pura, la que parece perdida en la vida real. Es arrojar luz, tacto y saliva a lo más oscuro. Un camino que vive de los descubrimientos constantes. De los ojos brillantes y las mejillas sonrosadas. Del goce de cada paso, que nos flexibiliza la mente, nos fortalece las manos y nos hace más vivos. Son conocimientos prohibidos que no podemos prohibir. La locura del erotismo, el amor ilimitado… El gemido es más hondo siempre cuanto más se sabe.
Alocada, aturdida, rebosante de imágenes. De ganas de sonreír. Algunas veces lloro, y sufro mucho. Tanto como lo que siento, tanto como lo que soy y sueño, tanto como me meo de risa y brillo. El aura brillante que me rodea últimamente es mi dueño. Ojala no se vaya nunca. Ojala sus brazos no se hagan demasiado rígidos y me aprieten. Ojala sus manos no retrasen la caricia. Ojala tocara más a menudo las partes más tiernas de mi cuerpo. Y no dejara de pasear su forma de pensar por la parte más tierna de mi cerebro.
En los meses sin erre, mi mente pasea más errante que nunca. Se retuerce y se llena de sudor. Piensa que debajo de las baldosas hay un millón de flores amarillas. Por eso quizá los pasos sean más lentos y me fije en no pisar bichitos. Mi mente se vuelve medio hippy. Piensa fuerte, habla suave. Y no siente su piel si no es rozada.
Comentarios
10 respuestas a «Madura y verde»
Lo mejor de este fragmento (para mí) es sin duda la imagen de las flores amarillas debajo de las baldosas. Con cuatro palabras creas una imagen poderosa (aprovecha ese don).
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Hola, soy Actor Secundario Bob (Crítico de blogs).
He pasado varias veces por este blog, pero nunca me he lanzado para escribirte un comentario.
Me gusta tu estilo, tienes un buen diseño y eres constante. Nunca vienen de mal estos halagos, te seguiré visitando.
Saludos, Bob.
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«No hay cosa más fea y estúpida que el ocio indeseado.»
Esto es lo que me pasó en San Juan… hasta las 6 de la matina… y yo keriendome ir desde las 2.
Muu bonito el escrito, como siempre! 😉
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No es el original, lo has retocado y purificado. mmm
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el sexo sin contacto se queda en tacto, en un masturbarse con el otro. sin contacto no hay orgasmo auténtico. que carnal estas hoy, mala.
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«un millon de flores amarillas…»
Me has hecho pensar en Ewan McGregor rodeado de flores en Big Fish.
Saludos
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Mala, eres maravillosa, sabes darle voz a todos los sentimientos. Viva Internet por conseguir que tu talento salga de tu cuarto y llegue los nuestros.
Un besazo de una lectora.
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«Y no siente su piel sino es rozada «… Enorme placer del escalador… rozar la piel del calcáreo..de la caliza.. del granito… diferentes pieles ..distintas sensaciones…
Un mundo de caricias sintiendo brotar la vida al borde de los dedos… rozando su piel…
En los meses sin erre , mi pueblo está espléndido y lleno de flores de todos los colores y de bichitos… ;-))))
Te rozo con un beso…
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he pensado que el amor es invocación de vida, la nuestra o las siguientes, que el encuentro de los cuerpos da lugar a un nuevo ser hecho de los dos, ahora y luego.
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Me gusta leerte. Pero eso ya te lo he dicho, lo sé.
Estas líneas son arte. Se pueden tocar con los dedos las imágenes que has conjurado.
Un placer, me reitero. Cuidate.
Es arrojar luz, tacto y saliva a lo más oscuro. Un camino que vive de los descubrimientos constantes. De los ojos brillantes y las mejillas sonrosadas. Del goce de cada paso, que nos flexibiliza la mente, nos fortalece las manos y nos hace más vivos. Son conocimientos prohibidos que no podemos prohibir.
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ojala sus brazos no se hagan demasiado rígidos y me aprieten. Ojala sus manos no retrasen la caricia. Ojala tocara más a menudo las partes más tiernas de mi cuerpo. Y no dejara de pasear su forma de pensar por la parte más tierna de mi cerebro.