Han pasado unos cuantos días desde la última vez. Durante este tiempo han ocurrido todos los pequeños milagros. Hoy mismo una señorita morena, de esas demasiado elegantes, de esas a las que los besos les resbalan por la mejilla. De esas de piel fría a las que jamás un beso les rompió por dentro. Hoy mismo vi como una señorita de esas, dijo adiós a su eterno verano para visitar por primera vez el otoño de carne y hueso. Jamás la había visto tan bonita. Sufrir a veces es la expresión máxima de la belleza. Al menos es más bello que olvidar, creo. Aunque a veces sea experta en escapar, en salir corriendo, pienso que la memoria es el único paraíso eterno. Nos hace dignos, nos hace vernos. Pero a ratos tengo miedo a que se me pegue lo del tiempo triste y el triste lugar. Tengo miedo a lo de las prisas obligatorias, a lo de hacerse mayor: A convertirme en un gran cuerpo sin ojos, de inteligencia dormida.
Pero ocurren, sí, milagros. Con la sangre de mi sangre que fluye por sus venas. Es de cara redonda, roja y brillante como una manzanita. Podría llamarse Eva, pero quiso nacer un domingo frío, el último de Octubre. Se le antojó a la niña inmensa, nacer en tan triste tiempo y en tan triste lugar y no pudo llamarse de otra manera: Candela. Porque ella llegó de la manera terrible en que lo hace el peor de los pecados: Llegó siendo amada. Llegó y rompió con la tristeza obligatoria. Su hermano Diego, mi niño, tan transparente y pequeño que duele. Asustan sus ojos, llenos de luz, que observan tiritando como llega ella. Asusta su áura azul eléctrico, que todo lo toca, todo los chispea y lo hace infinitamente limpio. Asustan sus frágiles brazos, tan tiernos que te rompen en dos en un abrazo. Y más asustan su mirada, su sonrísa y su cabeza: Llena de sueños sin filtro ni fecha de caducidad. En sus ojos, su tía es una intrépida aventurera que vive por la noche entre cocodrilos. En sus ojos, un huevo tiene boca, la televisión no dice nada y el golf no tiene sentido. En sus ojos, la vida es de verdad.
Los milagros llegan sin previo aviso, atreviéndose a meterse en tu vida. A plantarle cara a este tiempo triste en este triste lugar. De milagros únicos que terminarán germinando en flores. Nada menos, nada más.
Comentarios
30 respuestas a «Milagros»
Fantástico milagro… !!!! ( y me quedo con una frase escrita al principio ….
«De esas de piel fría a las que jamás un beso les rompió por dentro…. » buuffffffff…… sin «palabros»… :-))))
Un abrazo lleno de calor de chimenea… :-))))
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realmente es así. Yo tengo 3 milagros que me dan la vida, que me la regalan cada día…, fíjate y en un principio se la di yo a ellas… Sus ojos, cómo me enseñan a mirar el mundo. Por qué será que ahora reparo en la belleza, me detengo a disfrutarla…
besos Mala. Es un placer leerte, siempre.
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un regalo leerte
saludos
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Brutal.
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siempre pensé que noviembre no era un mes bueno para milagros.. 😀
un abrazo guapa
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Es precioso primi…
Opino como mi contraprimo, debes guardarlo y entregárselo cuando ambos sean mayores.
Mil besos para ti, para los papis, y para los peques de la familia
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Que lindo nombre Candela. Sera la luz de tus ojos, o la oscuridad donde podras esconderte solamente con ella y nadie los podra encontrar, si, si, sera su alma la que te lleve por emociones desconocidas, por lugares eternos. Sera la alegria de la casa (como dicen los abuelos), llenara de vida todo los rincones y cuando menos te lo esperes, llenara la casa con sonidos, pero el primero, cuando diga mama, sera el que te llene de esa inigualable sensacion de estar viva, de ser la mala y la buena de la pelicula, de ser unica en el mundo y a la vez no, de ser especial para ella, de ser su mama. Saludos
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Noviembre llora encantado de quien se une al mundo,de quien ansía volar,ella tambien canta a la vida,la canta en honor de quien se une con ausencia de maldad y tan fragil , tan valiosa, tan facil de dañar.Bienvenida, Candela.
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Es una nena tuya? si?? Enhorabuena…
Tiene una mamá llena de magia.
Bienvenida al mundo Candela 🙂
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Candela es un nombre precioso. Si tuviera cuatro hijas, tenría a Candela, Carmen, Manuela y Lola, y un montón de quebraderos de cabeza porque los niños me hablan de lugares comunes como hacer un agujero en la arena de la playa porque sí y las niñas de lo desconocido.
Todo a través de la memoria, claro, que sobre todo nos permite vivir una o dos generaciones más allá de nosotros mismos. Si tuviera nietos, cuando mueran terminaré de morir con ellos. Y me parece bonito. Y me gusta el sol de otoño. Y más aún el sol de invierno. Y sobre todo, me tengo que ir a casa que estoy hasta los huevos de trabajar.
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Tristeza otoñal, milagros caribeños. escucho bossa nova en una plaza cerca del mar, con las hojas grandes y castañas rodando por el aire y un sol tibio. muchas evocaciones. como siempre bello texto.
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sí, también me gusta pensar en que los milagros existen, o al menos algo que se les parece.
biquiños… y que este otoño te sea favorable.
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Increible milagro son los niños. Se originan del amor y poco a poco van fraguándose en tu vientre, hasta que un día deciden sacar la cabeza en este mundo de locos. Ver como ese niño (tu niño) llega al mundo, es el mayor milagro que se puede vivir. Sin embargo poco a poco, paso a paso, van convirtiendose en personitas, y cada hito en sus vidas es un milagro otra vez.
Gracias!!!!
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Gracias por emocionarnos. Muy muy grande…
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Simplemente GRACIAS
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Ufffff, qué bonito. Leyéndolo, se me ha subido ese nudillo sensiblero que tapona la garganta y hace asomar, aunque intentes retenerla, alguna lagrimilla de emoción, Claro, que soy el abuelo, y eso todo lo justifica.
De todos modos, estoy con Yeyo: guárdalo y regálaselo a los dos, a Dieguito y a Candelita, cuando sean mayores.
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Ay Mala!!!!!!!!!!!!!!!! cuanta melancolía junta, será el otoño el que nos vuelve tan frágiles, y que nos haga ver la realidad como en una película antigua en blanco y negro.
Sea lo que sea, eres genial escribiendo, y ese niño del que hablas podría ser cualquiera abriendo los ojos a una realidad incierta.
Milagros cada dia hay uno, lo que pasa es que no nos damos cuenta, la vida pasa deprisa sin esperar, sin dar respuesta, pero hemos de estar muy atentos para no dejar pasar la ilusión que es el milagro más grande que existe.
Un beso muy muy grande para tí cielito.
LISEBE
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A ver si voy a ver esa lucecita milagrosa un dia de estos 😀
un besazo!
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Un beso y mi enhorabuena 🙂
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Tú nunca serás de esas personas que se duermen conforme crecen, tú no paras de crecer, veo que no dejas de mirar …y sorprender-te, sorprender-me.
un beso grande.
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El sol de esta tarde se regala a tus palabras y a la magia de los niños, Un abrazo Mala.
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Todo lo que huele a vida es milagroso. Goza de sus mirada.
Antonio
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Precioso milagro, precioso nombre, que ilumina y un milagro para disfrutar. Felicidades
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Pocos milagros he visto, querida, creo que ninguno…
Pero no te creas, que espero ver alguno 🙂
Besicos
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Guardaló, y se lo regalas cuando tenga la edad que tu tienes, en su cumpleaños. Yo le regalaré el marco analógico, ya que su padre le regaló el digital.
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Felicidades 😉
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Sufrir a veces es la expresión máxima de la belleza. Al menos es más bello que olvidar…
Qué palabras tan bonitas… aunque hay días en los que te despiertas, y piensas todo lo contrario, que quieres olvidar y olvidar… y sin límites, sin ponerte una de ésas tiras blancas con letras negras que suelen poner al final de las carreras, en las metas. Y también eres consciente que nunca llegas al final del camino, porque siempre quedan cosas inolvidables, no buenas o malas, sino inolvidables.
Lo malo es, cuando además de no olvidar, se sufre también. Entonces ya no hay nada, ni carrera, ni escapatoria, ni desvío…
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Enhorabuena 😉
Sobrevivimos gracias a los milagros, disfrútalos al máximo.
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no dudaré nunca que serás una tita de pro.
la mejó
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Los abrazos frágiles me matan, hacen que me descosa, que mis hilos se suelten ante su debilidad.
Gracias por tu firma, SIEMPRE he adorado este blog.