Con la llegada del otoño las hojas se vuelven marrones, la piel blanca, los blancos y negros grises, el futuro melancolía y las luces anaranjadas. También se vuelve todo más oscuro. Pero es cuanto más apagado está todo, cuando la imaginación permite ser exprimida hasta agotarse. En fin, todo tiene vida propia hasta que lo focalizas y cometes el error. Lo que ves a través de tus ojos, de pronto ya es tuyo. Me encantaría vivir sin mirarle.
Sin embargo, he gastado unos minutos en mirarme las heridas. En esa que está recién abierta, la sangre se asfixia al contacto con el oxígeno, como los peces que sacan del mar. Todo lo que bombea, se vuelve abrupto. Y con la baja la temperatura corporal, te entran escalofríos. El cuerpo a veces se da por vencido demasiado pronto, creo. Se resigna o se hunde y va en busca de ayuda externa. Por ejemplo, un paño con agua. Por ejemplo, tú. Entonces las costillas se salen un poco, el vello se eriza, la lengua punza el paladar y entran ganas de pedir, de exagerar, de contraer. De agarrar y no soltar. Y en el fondo no es más que eso, volverse durante un rato un volcán que proviene de tus dos ojos que me ven y no me miran. Nada menos. Y nada más.
Comentarios
9 respuestas a «No tengo nada que decir»
Es curioso que cuando no tienes nada que decir es cuando más dices. Como cuando callas: el silencio rodeao tus labios y por unos instantes nadie oye nada, pero escuchan todos. Me ha encantado lo que has escrito, de verdad, eres muy, muy buena en esto. Creo que ya te ha salido otra fan! *.*
Un besazo!
9 respuestas a «No tengo nada que decir»
Querida Mala, que bueno que no tengas nada que decir. Así yo no tengo nada que oír. Lo malo es que tienes mucho que escribir, por lo que tengo mucho que leer, pero si te da por decir algo, ya saber que tienes quien te quiera escuchar, porque mientras tengas algo que dar, tendrás a quienes quieran recibirlo con la fascinación habitual .
Saludos cordiales de tu admirador de siempre.
9 respuestas a «No tengo nada que decir»
eres genial… la simplemente compleja expresividad de tus palabras me muestran un mundo que anhelo conocer
9 respuestas a «No tengo nada que decir»
Y a mi que el otoño me da una ilusión tontorrona, ganas de empezar cosas nuevas, de retomar mi querida bolsa de agua caliente, de ponerme mi abrigo bonito, dormir con manta, ducharme menos y, aun así, oler mejor…el otoño mola mucho, mujer.
9 respuestas a «No tengo nada que decir»
muy bueno el texto, me ha gustado mucho. un saludo
9 respuestas a «No tengo nada que decir»
Me parece interesante lo que escribiste. Es un sentimiento casi de vacío o impotencia por no poder estar con la persona amada con alguien que realmente te interesa, o quizás por no poder mostrarse tal cual uno es. Esa es mi interpretación. Si no es así, de todas maneras suena triste, y a veces es lindo mirar la vida de otra forma y pensar que siempre hay soluciones para cicatrizar esas heridas que tanto nos aquejan.
9 respuestas a «No tengo nada que decir»
Me encanta leer lo ke escribes,porque es lo ke siento.Un beso de un super admirador.
9 respuestas a «No tengo nada que decir»
Bueno, déjate de lamer las heridas y comienza a verlo todo en colores…
Besicos
9 respuestas a «No tengo nada que decir»
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