PapiPichín!

Todo el mundo sabe que el avance a tientas, es mucho más claro. A partir de las 11 de la noche el corazón funciona más despacio y se produce esa reunión invisible de instintos y perturbaciones que te envuelve, y te llena de imágenes en blanco y negro el cerebro.

Velada por el cuerpo y por la voz, impotente para gritárselo sin miedo, desubicada de pesadillas, y medio enredada ya en sueños, le recuerdo. Es su cumpleaños, y esta vez ya es abuelo. Tiene otra categoría, ¿qué le voy a decir yo?.

Tendrás la oportunidad una vez más, de demostrarle a un ser pequeño el número secreto del mago con chistera. Ese que con el paso de los años haces parecer aún más sencillo, “las experiencias no son sólo momentos que hemos de pasar. Que no digan que no viviste”, y luego siempre logras sacar el conejo del sombrero.

Hace tiempo que te pillé. Encontrar una emoción por día es el secreto de tu sonrisa. Sé, que si lo que anhelo es libertad, el yo contigo dobla esos deseos. Gracias*… Por seguir cogiéndome la mano, a pesar de mis espantadas y mis vuelos.

Te quiero, creo que ya lo sabes pero te lo digo. Te quiero y te necesito.

(*Bueno, y por aguantar vivir entre locas de remate. Con sus desequilibradas conversaciones, sus perturbados bailes y cánticos, sus acongojantes arrebatos de humor, y sus pichineos acelerados. Digas lo que digas, siempre serás un orejas.)