Primera parada

A veces justo en medio de la desesperación y del bullicio, cuando todo parece irrevocable y perdido, la vida nos concede una pequeña tregua. La clave de un poema, una conversación con los amigos, un café caliente… Días de luz en los que sin saber por qué, se declara el alto el fuego, y todo parece fluir de nuevo en tu interior. Aunque en el fondo, en lo profundo, se siga escuchando el fragor de la lucha.

El tiempo transcurre siempre tras los suspiros, tras las palabras pronunciadas y los pasos caminados. Pero en ocasiones lo que un día se llevo el viento, es devuelto en forma de susurro. No sabes porqué, no sabes por quién, pero no te importa. Te devuelve así aquellos recuerdos y añoranzas que parecían perdidas. En definitiva, sonríes.