no soy mala, es que me dibujaron así

Silencio

El tren estaba formado por un millón de cuerpos de ojos inmóviles y extremidades aplastadas. A pesar de lo repleto y mezclado que iba mi vagón, nadie reflejaba en su mirada inseguridad, ni tan si quiera parecía que hubiera alguien incómodo. Era un tetris de lo más formal. Es lo bueno de los bosques tan llenos: ningún árbol es capaz de caer gracias a la resistencia de los de al lado. Lo malo es, precisamente, la incapacidad para discernir algún árbol de otro. Aquello es, durante unos minutos, tan sólo un amasijo de ramas que se tocan sin querer, de silencios revueltos entre bostezos y el run run de algún MP3.

Los pensamientos, nacidos de algunos de los suspiros más cercanos, viajan perdidos de un pestañeo a otro, como pompas de jabón. Todos los ojos son capaces de verlos pero están hechos de una espuma tan gris, que ninguno recibe la respuesta de una mirada de más de 30 segundos. Por eso todos acabamos mirando al suelo o, teniendo suerte, a las hojas de algún libro que te saque de allí.

Son unos minutos monotemáticos a los que los bebés -ellos que pueden- reaccionan con la más profunda narcolepsia. Y los niños actúan disparando como pueden al alma de sus mayores, a los que contemplan casi asustados por tanta apatía. A más de uno he visto yo pegar pellizcos a sus padres y ni aún con esas consiguen evitar el estado casi cadavérico en el que se encuentran.

Pero a veces, sólo a veces, ocurre el milagro. Y ese día ocurrió. De entre todas las inmensas bolas grises que ondeaban por encima de nuestras cabezas, mi ojo izquierdo vislumbró una de color rojizo. Impactada, quise averiguar qué era y fui testigo de cómo aquello salía de las cabezas de una pareja que, como tantas otras, estaban pegadas. Eran un hombre y una mujer jóvenes que parecían dulces compañeros. Pasaron todo el trayecto en silencio, abrazados, como tantas otras parejas del vagón. La diferencia resultaba de las miradas que se regalaban el uno al otro. Cada vez que sus ojos se cruzaban, aquello parecía mágico, casi de cuento, y brotaban de sus cabezas aquella inmensas bolas rojas, ligeras, húmedas, bombeantes y hasta casi sexuales que por supuesto dejaban pequeñas al resto de las grises que por allí pululaban. Poco a poco todos los viajeros de ese tren quedamos cautivados con la escena de aquella pareja que parecía alimentar con el silencio todo lo más profundo de la pasión, la sensualidad, el entendimiento y la dualidad que puede proporcionarnos la sensación de amar a otro.

Era tan mágico que muchos no podíamos llegar a entenderlo. Y vino el final: él había llegado a su parada, y, antes de bajarse, se volvieron a besar de aquella forma paranormal. Y se bajó, y no se dijeron nada. Ella se asomó a la ventanita para decirle adiós y durante aquellos 3 minutos que el tren tardó en arrancar no hicieron más que gesticularse palabras y pensamientos que todos entendimos. Aquella pareja de sordos nos hizo, por un rato, comprender que el silencio, a veces, es la mejor forma de hablar.

Comentarios

  1. 19 respuestas a «Silencio»

    Me as dejado impresionada,no pensé q alguien pudiese explikar tan bien cn metaforas loq se siente dentro de ese vehiculo q para anda para anda;sin ningun tipo de miramientos.
    Q el silencio sea mejor q las palabras…q expresen más totlmente de akuerdo!

  2. 19 respuestas a «Silencio»

    Besos, besos, besos….

  3. 19 respuestas a «Silencio»

    Impresiona que el silencio sea capaz de llenar un espacio tangrande, que transmita lo que tantas palabras a diario intentan conseguir mientras solo interfieren en nuestros cerebros. El erotismo mudo, el amor de una pompa roja que emite señales de esperanza. GRACIAS, en ocasiones se disfruta de un optimismo como el tuyo mala, en este post.

  4. 19 respuestas a «Silencio»

    Las palabras van diluyendo a las personas, que, como ellas cuando se dicen, dejan de ser. Es ierto somos palabra, pero, que palabra nos podría definir. Ninguna, hoy somos una malana quién sabe.

    Sin embargo, sin palabras no habríamos comprendido tus pensamientos tan hermosas

    feliz año

    y

  5. 19 respuestas a «Silencio»

    La belleza de la comunicación no está sólo en las palabras…O sí, si solamente leemos tu blog…

  6. 19 respuestas a «Silencio»

    Felices fiestas de Navidad, mala jajajaja.
    Estarás de juerga eh?.
    Lo mejor para tí, para siempre.

    Besitos.

  7. 19 respuestas a «Silencio»

    Silencio

    Flower Duet – de la ópera Lakmé (1883) – de Léo Delibes

    El tren estaba formado por un millón de cuerpos de ojos inmóviles y extremidades aplastadas. A pesar de lo repleto y mezclado que iba mi vagón, nadie reflejaba en su mirada inseguridad…

  8. 19 respuestas a «Silencio»

    Precioso.
    Y todavía hay por ahí un memo, un tal borjamari, que se permite criticar de mala manera en un texto deleznable, con imprecisiones gramaticales y aplicación impropia de los términos. Esta vez ese imbécil de la globosfera, que se cree el Risto de la Red, no se va a salir con su propósito: no pienso hacerle publicidad.

  9. 19 respuestas a «Silencio»

    preciosa la historia 🙂 a mí también me fascina cómo hay gente capaz de decir tantas cosas sin palabras. y muchas veces me pregunto cómo expresaría yo mis sentimientos si fuera muda, ciega o si no pudiera moverme…

  10. 19 respuestas a «Silencio»

    Terriblemente hermoso…

    Gracias por tús palabras leídas desde el Silencio… :-))))

    Qué bonito es decirlo todo sin tener que decir nada…

  11. 19 respuestas a «Silencio»

    Hola, leo tus libélulas hilvanar filigranas. Se respira bien entre tus frases, uno no se puede asfixiar con tanta bombona de pompa de jabón.
    Los bogavantes gritan en el agua hirviendo hasta ponerse rojos de silencio. Es sólo un ejemplo navideño.
    Qué ilusión de repente encontrarse con un hilo que se sale de la madeja y ver que tienes cuerda para rato. ¡enhorabuena!

  12. 19 respuestas a «Silencio»

    Gran relato con apoteósico final.

  13. 19 respuestas a «Silencio»

    Me he acordado de la película «El gran silencio»,… cuando existe el silencio, la palabra es cuando tiene sentido y esta llena de contenido

  14. 19 respuestas a «Silencio»

    que miedo me da ahora el metro….aunque a ver si hay más jabón de vez en cuando:D, jajjajaja
    la verdad que es el sitio mas silencioso de todo madrid

  15. 19 respuestas a «Silencio»

    lo esencial no vive entre las palabras…

  16. 19 respuestas a «Silencio»

    Que bonito primi… me ha encantado. Me has arrancado una gran sonrisa y me has dejado un sentimiento fantástico. No dejes nunca de escribir.

  17. 19 respuestas a «Silencio»

    Muchísimas gracias marinika. Decir gracias a veces cuesta, porque parece una palabra ya casi desgastada y falta de significado, pero puedo asegurarte que cada dedo que teclea transmite lo que hay aquí dentro, GRACIAS.

    Gracias papi, me ha hecho ilusión tu comentario, catalá.

  18. 19 respuestas a «Silencio»

    wola mala!!!yevo ya muchos meses pasandome por aki y disfrutando de todos y kada unos de tus posts, y k decir k te superas!!!kada dia k leo alguno pienso k kiza ese es el mejor, pero kaigo en el error, pues el siguiente siemprre es mucho mejor.no dejes de escribir y reflejar algunos sueños o paranoias k algunos tenemos tb y no somos kapaces de reflejarlos de esta manera tan aluciante komo tu eres kapaz de hacerlo. gracias y buen kamino

  19. 19 respuestas a «Silencio»

    joer me he kdado anonadado… eso lo has escrito tu o lo has copiado? jejeje joer y dice k se le ha ido el flow, ya me gustaria a mi ya…