Anoche dejé una moneda dentro de un vaso de Coca-cola. Los odio a los dos, los odio. Buscaba una batalla sangrienta, un QUIEN destruiría a QUIEN. Un único ganador ante el que despojaría por fin, y para el resto de mi vida, todas y cada una de mis inseguridades.
Hoy por la mañana el vaso estaba vacío. Ni moneda ni Coca-cola. Sólo ella. Su (cada día más) deslumbrante cara, su perfecto orden y su maravillosa pulcritud.
¡Uf!
Comentarios
6 respuestas a «Duelo»
¡Estas madres omnipresentes requieren paciencia o notas adhesivas!
Hice lo de la carne, no funciona como dicen, pero lo de los tornillos y tuercas oxidados, o cadenas de moto, y otras cosas semejantes sí.
Es que bebemos y comemos cada cosa… le ponen una marca y una etiqueta y ala a creerles 😉
Un saludo
6 respuestas a «Duelo»
Ten cuidado, alguien se ha bebido el contenido del vaso. Por eso no queda nada dentro de él. Un saludo.
6 respuestas a «Duelo»
nun pruebes entonces la aspirana con un filete crudo… la decepcion es mayor, palabra te doy!!!
6 respuestas a «Duelo»
jajajaj… si, seguro que era su madre que dijo: «joder, qué porquería es esta?».
Anoche trabajé en un catering. Los niños no tiraban monedas en los vasos de cocacola, sino espaguettis y pan. Mecla explosiva.
Aunque no creo que esos niños esperaran nada de esa mezcla.
6 respuestas a «Duelo»
era tu madre, que está harta de recoger todo lo que dejas por ahí 😉
besitines desde la clausura
6 respuestas a «Duelo»
como jode cuando no pasa lo que uno espera….y eso es casi siempre, jajajjajaja